sábado, 25 de julio de 2015

Los 10 Picassos de Basilea

Arlequín sentado, 1923



Con motivo de las obras de ampliación del Kunstmuseum Basel se han organizado tres exposiciones de sus fondos repartidas entre el Museo Centro de Arte Reina Sofía y el Museo del Prado. Para el primero se han seleccionado unas cien obras maestras del siglo XX, divididas en dos muestras: Fuego blanco. La colección moderna, y Coleccionismo y Modernidad. Dos casos de estudio: Colecciones Im Obersteg y Rudolf Staechelin. El museo de Basilea está considerado como el primero de carácter municipal de la historia del arte, y ha forjado una colección que se encuentra entre las más destacadas en arte moderno y contemporáneo del mundo.

Los dos hermanos, 1906
El Kunstmuseum Basel sobresale por albergar una colección extraordinaria en cantidad y calidad de obras de Picasso, y además, fue uno de los primeros museos europeos en adquirir obras de este artista. Estas circunstancias han sido aprovechadas por el Museo del Prado para exponer las diez pinturas más destacadas que posee del mismo, ejemplos excepcionales de su evolución, desde el verano de 1906, el anterior a la creación del cubismo, hasta las del periodo final, de 1967. Conforman todas ellas una especie de pequeña exposición retrospectiva.

El aficionado, 1912
Entre ellas se encuentran, Los dos hermanos (1906) y el extraordinario Arlequín sentado (1923), que fueron adquiridas por el Gobierno de Basilea por el clamor popular cuando se conoció que la familia de Rodolf Staechelin, que los tenía en depósito, los pretendía vender en el extranjero. También, tres de las cuatro que el propio Picasso regaló a los ciudadanos de la ciudad suiza en 1967, cuando se enteró de gesto popular en favor de su pintura.

Muchachas a orillas del Sena, según Courbet, 1950
De esta manera, Picasso vuelve de nuevo al Museo del Prado, una institución de la que fue director honorario entre 1936 y 1939, para enfrentarse una vez más a los grandes artistas del Renacimiento y del Barroco, que cuelgan de la Galería Central, donde se expondrán sus magníficas diez obras.

miércoles, 8 de julio de 2015

El arte del dibujo en Vicente Carducho


La Biblioteca Nacional de España organiza la exposición, VICENTE CARDUCHO. TEORÍA Y PRÁCTICA DEL DIBUJO EN EL SIGLO DE ORO, que reúne un conjunto significativo de dibujos del pintor de origen italiano que abarca toda la trayectoria del artista, desde que llegó a España en tiempos de Felipe II siendo un niño junto a su hermano Bartolomé y Federico Zuccaro para trabajar en la decoración del monasterio de El Escorial, en cuyo ambiente se formó.  La muestra se divide en cinco pequeñas secciones que recorren su trayectoria y la aportación a la pintura española.


La primera de ellas se titula, Primeras obras: de El Escorial a Valladolid y abarca la etapa de formación y los primeros trabajos de su mano al servicio del nuevo rey, Felipe III. La segunda, Carducho, pintor del rey: la decoración del palacio de El Pardo, muestra los dibujos para la decoración de la bóveda de la capilla del Cuarto del Rey y para la Galería del Mediodía, de este palacio de la que se había hecho cargo Bartolomé, que falleció en este tiempo. 

Triunfo de la Eucaristía, 1607-1609
Un tercer apartado corresponde a los años más intensos de su carrera comprendido entre finales de la década de 1620 y su muerte en 1638. Se denomina, Vicente Carducho en Madrid, en el que el artista, simultanearía sus trabajos como pintor del rey con otros para distintas instituciones religiosas de la corte. De esta manera, trabajaría en las decoraciones del Alcázar y del palacio del Buen Retiro, por una parte, y por otra, en iglesias y conventos de patronato regio, y en aquellas obras encargadas por la clientela eclesiástica.

Aparición de san Bruno a Rogerio Guiscardo
El conjunto se completa con un cuarto apartado denominado, El ciclo cartujano de El Paular (1626-1632), obra cumbre de Carducho. Este contrato comprendía cincuenta y seis cuadros que representaban el origen de la orden y la historia de su santo fundador, además de una serie de lienzos de cartujos ilustres y escenas de persecuciones y martirios. Fue el ciclo monástico más importante de todo el Siglo de Oro y la culminación de la carrera del artista. Un trabajo laborioso que se iniciaba con los estudios en papel del conjunto o de figuras por separado, para luego pasar al modello, un óleo de tamaño reducido que debía ser aprobado por el prior. Finalmente, se acometía el cuadro definitivo con la colaboración del taller u obrador.


Vicente Carducho ha pasado a la Historia del Arte, no sólo por sus pinturas y el enorme legado de los dibujos, sino también por ser teórico de la pintura. Así, la quinta sección de la muestra, Nobleza y liberalidad del arte del dibujo, se dedica a la lucha del autor por elevar la consideración de este arte y en favor de la creación de una Academia Artística a imitación de las italianas. Sus ideas se plasmaron en diferentes escritos, de los que sobresalen, los Diálogos de la Pintura (1633), uno del los tratados artísticos más importantes del siglo XVII.